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¿Cuál es el mejor vidrio para mi ventana?

Ya hemos explicado las ventajas de instalar ventanas de aluminio y su importancia en la eficiencia energética de los edificios. Pero una buena ventana debe tener el mejor vidrio para alcanzar las mayores prestaciones de confort térmico. Y es que, a pesar de disponer de una buena perfilería, un vidrio mal escogido nos puede suponer un mayor gasto climático.

Dejando de lado la pared, la mayor parte de la superficie de una fachada proviene del vidrio de las ventanas. Sus principales funciones son las de proporcionar luz y claridad en los interiores, pero también la de aislarlos térmica y acústicamente. Su papel es fundamental, ya que el vidrio adecuado para la ventana que tengamos nos puede suponer un ahorro del 40% en aire condicionado y un 60% en calefacción.

Por ello es básico que, a la hora de escoger un buen vidrio para nuestras ventanas, tengamos en cuenta dos factores técnicos: la transmitancia térmica (el flujo de calor que circula entre la dos caras de un vidrio) y el factor solar (la relación entre la energía solar que entra per una cara del vidrio y la que lo atraviesa).

En el primer caso, es esencial que la transmitancia sea la menor posible, pero en el segundo caso el factor solar dependerá de las condiciones climáticas donde se tenga que instalar el vidrio. No será lo mismo colocarlo en un edificio situado en un lugar cálido que en otro frío, o bien en zonas con poca luz solar u orientados al norte o al sur.

Flotados, laminados, con cámaras…

En cualquier caso, hoy existe una variedad de posibilidades con los vidrios cuyas prestaciones se adaptan a la perfección a todos los climas y situaciones. Atrás quedaron ya los vidrios monolíticos con una alta transmitancia térmica, que se redujo considerablemente al instalarse las ventanas con doble o triple cámaras de aire deshidratado y herméticas.

Hoy en día, la transmitancia térmica i el factor solar se pueden controlar gracias a los variados tratamientos a que son sometidos los vidrios. Un ejemplo de ello son los llamados vidrios flotados, los que se instalan en la mayoría de ventanas actualmente, y que disponen de unas propiedades de confort térmico más que aceptables.

Aún así, estas propiedades pueden mejorar con los llamados vidrios térmicos, bajo-emisivos o de aislamiento térmico reforzado (ATR). Estamos hablando de unas láminas tratadas con productos químicos que permiten reducir la radiación solar ultravioleta que entra en los edificios, de forma que mejora el aislamiento térmico y, por tanto, mejora también la eficiencia energética del hogar.

Pero para conseguir las mejores prestaciones técnicas, lo mejor es una combinación de lo visto anteriormente. Así, podemos encontrar vidrios laminados o con cámaras. En el primer caso, se trata de vidrios de seguridad, compuestos por capas intercaladas de PVB (polivinilo butiral), un material translúcido que otorga al conjunto un gran aislamiento acústico.

Las instalaciones con doble o triple cámara proporcionan también un buen aislamiento acústico y térmico, especialmente si las cámaras tienen una distancia de unos 16 milímetros y están rellenas de gas argón. Además, las prestaciones de la ventana pueden aumentar si el vidrio exterior es con control solar, mientras que el interior es  bajo-emisivo.

En cualquier caso y ante las dudas, en GARCIA FAURA te podemos ayudar y asesorar para encontrar el vidrio perfecto que encaje en las ventanas de tu casa. Estamos para aconsejarte y poner a tu alcance los mejores cerramientos para conseguir la mejor envolvente del edificio y así alcanzar el mayor confort en tu hogar.

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