El hogar: un espacio de confort
El hogar es nuestro castillo. El refugio al que volvemos después de una larga jornada de trabajo o de un tiempo fuera. Es el lugar donde nos sentimos cómodos y seguros, el sitio al que queremos llegar para obtener todo el bienestar físico y emocional que siempre deseamos. Y en los tiempos actuales, con el aumento del teletrabajo, también se ha convertido en una oficina personal a la que le pedimos el mismo confort.
Está comprobado que pasamos más tiempo en casa que en espacios exteriores. En ella encontramos comodidad y confort, un espacio saludable para disfrutar, en soledad o en compañía, de una elevada calidad de vida. Pero para ello es esencial que el hogar disponga de los mejores elementos que le confieran esa comodidad y confort. Y en eso, los cerramientos se erigen como unos componentes básicos.
Y es que una ventana no cumple tan solo una función de apertura o de conexión visual entre el interior y el exterior. Las ventanas son elementos fundamentales para el control térmico y acústico del hogar, fuentes de iluminación y ventilación naturales que hacen de nuestro espacio un lugar de confort y, además, eficiente energéticamente que también nos permite ahorrar dinero.
Por ejemplo, hace tiempo que se sabe que los lugares con poca iluminación natural afectan al estado de ánimo. Que las oficinas con luz solar son más productivas. En cambio, los espacios abiertos al exterior tienen un influencia positiva en los estados de ánimo, por lo que son imprescindibles para el confort del hogar.
Un buen aislamiento térmico nos beneficia en la factura de la luz
Otro aspecto importante a tener en cuenta en el confort del hogar es la ventilación. La falta de aire renovado puede provocar la aparición de moho o humedades que indudablemente impactan en nuestra comodidad y en nuestro sistema respiratorio.
Pero igual que es importante dejar que las estancias del hogar se llenen de luz solar y de aire renovado, también es esencial tener un control sobre ellos. Por ello, es vital disponer de un aislamiento térmico y acústico perfecto y evitarnos así unas molestias que nos podrían provocar estrés y malestar. Sin olvidar, por supuesto, que un buen aislamiento térmico nos permitirá ahorrar en la factura de la luz.
Con unos buenos cerramientos, pues, podríamos conseguir un 25% en la reducción del consumo energético, una atenuación del ruido exterior de 43 decibelios y una temperatura media de confort en el hogar de 22 grados centígrados. En resumen, tres buenas razones a tener en cuenta a la hora de elegir las puertas y ventanas de nuestros hogares.