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Los 5 elementos básicos de una buena ventana

Escoger el tipo de ventanas para nuestra casa no es algo baladí. Una mala ventana puede arruinarnos el confort con el que habíamos soñado y, de paso, también puede arruinarnos cuando nos llegue la factura de la luz. Porque unas ventanas deficientes se pueden convertir en un pozo sin fondo para nuestra economía y para el gasto energético del edificio.

Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), hasta el 30% de la energía generada en una vivienda se puede perder por las ventanas. Eso significa que el calor producido por la calefacción se marchará sin contemplaciones en invierno, mientras que el fresco del aire acondicionado nos abandonará cruelmente en verano. Bye bye.

Y, mientras tanto, la factura de la luz irá en aumento, agujereándonos el bolsillo, porque tendremos que usar cada vez más energía para mantener el confort en nuestro hogar. Y todo por culpa de unas ventanas de mala calidad. Unas ventanas a las que no hemos puesto suficiente atención a estos cinco elementos básicos:

  • El aislamiento térmico.
  • El aislamiento acústico.
  • La permeabilidad al aire.
  • La estanqueidad al agua.
  • La resistencia al viento.

Se trata de cinco elementos que debemos tener muy en cuenta a la hora de considerar una buenas ventanas para nuestra casa. La mayoría de ellos se consigue de forma fácil y asequible con ventanas de aluminio con rotura de puente térmico. Ello consiste en evitar que la cara interior y exterior de la ventana estén en contacto interponiendo entre ellas un material que impida la transmisión de calor.

De nuevo citando al IDAE, el aislamiento térmico que proporcionan las ventanas con rotura de puente térmico supone un ahorro en la factura de la luz de hasta el 60%, mientras que favorece el medio ambiente al evitar la emisión de unos 16 millones de toneladas de gas al año.

Por sus propias características, el aluminio también es un buen elemento que cubre el resto de elementos básicos para una buena ventana, así como un buen sellado y el doble o triple acristalamiento. Unas ventanas bien colocadas, correctamente selladas y que cierren adecuadamente son una garantía absoluta para mantener el confort en el hogar sin preocuparse excesivamente por la factura energética.

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